Vivir en comunidad en Homa Bay

Viajar es conocer, es el beneficio de poder llegar a comprender el por qué de una sociedad. Adentrarse en la vida oeste de Kenya fue gracias al trato con hermanos, conductores, profesores, cocineros y demás staff del cole. Cómo unas vidas tan sencillas cargan con tanta energía e ilusión, eres testigo de que lo material no es imprescindible y que gana el amor y la gentileza. Nos abrieron sus puertas y su ayuda incesante nos hizo sentir como en casa, nuestro agradecimiento a ellos siempre será infinito. 

Percibimos cierta idealización hacia el mundo occidental en general, el enorme interés por conocernos o el dar por hecho que éramos ricas por ser europeas, por eso tuvimos que clarificar la diferencia entre lo que les venden de Europa y lo que realmente es. Al mismo tiempo, fue muy bonito compartir nuestras costumbres y hábitos con aquellos que estaban completamente dispuestos a escuchar. 

Haciendo balance de toda la experiencia, nuestro mayor aprendizaje fue vivir en comunidad y darnos cuenta de que la vida individualista es una vida de lo más pobre.

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