Es tiempo de reencontrarnos, de compartir la energía renovada que nos trae este mes de septiembre y de abrazar con ilusión el comienzo del curso 2024-2025. Este es un momento para reafirmar nuestro compromiso con lo que hacemos y con lo que somos, reconociendo la vocación que nos guía y sintiendo orgullo de pertenecer a la gran familia lasaliana.
Este año, nuestro lema es “Es tiempo de cultivar justicia”. Queremos que este curso, que inauguramos con gran ilusión, nos permita profundizar en valores esenciales como el respeto por todas las personas y por todo lo que nos rodea, la importancia del cuidado de nuestra casa común y de cada uno de sus habitantes, y el valor del tiempo dedicado a lo que verdaderamente importa. Así, seguiremos explorando nuevos caminos para construir una sociedad donde la igualdad, el respeto, la empatía, la diversidad y la fraternidad sean una realidad vivida.
La campaña de sensibilización de este curso está centrada en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 12, “Producción y consumo responsables”, y en un problema alarmante que afecta a nuestra casa común: el extractivismo agrario. Este proceso se refiere a la explotación intensiva de recursos naturales, lo que conlleva graves consecuencias sociales y ambientales. América Latina, en particular, ha sido una de las regiones más afectadas por este fenómeno. Casos como la extracción de petróleo en la Amazonía ecuatoriana, el monocultivo de soja en Brasil, y la megaminería en Chile son ejemplos claros de cómo el extractivismo perjudica a las comunidades locales y al medio ambiente.
Queremos hacer un llamado a la acción, elevando nuestras voces para denunciar estas prácticas destructivas y promover un desarrollo sostenible y justo. A través de nuestra campaña, aprenderemos sobre el impacto del extractivismo y las alternativas que las comunidades locales han adoptado para enfrentarlo.
En particular, nos inspiramos en el proyecto de las mujeres indígenas en Guatemala, liderado por PRODESSA, que destaca cómo estas mujeres valientes luchan por la justicia social y ambiental desde sus comunidades. A través de su liderazgo, promueven prácticas agrícolas sostenibles, desafiando las estructuras de poder y demostrando que es posible un desarrollo equilibrado y equitativo.
Este proyecto nos recuerda que la justicia no es un concepto abstracto, sino una realidad que podemos construir desde abajo, desde el respeto a la tierra y a sus pueblos. A través de esta campaña, nos comprometemos a apoyar estas iniciativas y a sensibilizar a nuestra comunidad sobre la importancia de adoptar un modelo de consumo responsable, que respete tanto a las personas como al planeta.
Así que, ¡adentrémonos en esta nueva aventura que viviremos durante los próximos meses! Estamos convencidos/as de que será un tiempo apasionante, lleno de desafíos, pero también confiamos en que, a pesar de las dificultades, no hay meta que no podamos alcanzar.