Mujeres indígenas protagonistas de su empoderamiento económico en Zona Reina, Guatemala

Este proyecto de 12 meses contribuirá al empoderamiento económico de las mujeres indígenas q’eqchís, ejecutando iniciativas productivas agroecológicas, con enfoques de economía social solidaria y soberanía alimentaria. También contribuirá al cambio de actitudes y prácticas, que fomentan la violencia contra las mujeres, ejecutando acciones de formación y sensibilización para la prevención de la violencia de género. Beneficiará a 230 personas, 190 mujeres y 40 hombres.

En Guatemala, la poca presencia y cobertura del Estado en las comunidades del área rural, donde el 51% de población lo constituyen las mujeres, provoca la vulneración de los derechos humanos fundamentales de los grupos vulnerables, como los pueblos indígenas, la niñez, las mujeres y las personas adultas mayores. Además, dicho sistema impone modelos de masculinidad que tienden a reproducir la opresión y discriminación en contra de las mujeres, limitándoles su desarrollo integral.

Una forma de opresión contra las mujeres, impulsado por el machismo, es la violencia en contra de ellas, cuyo aumento se debe, entre otras cosas, a la falta de recursos económicos para poder separarse de su agresor, el desconocimiento de los recursos legales como las rutas de denuncia, e incluso, el desconocimiento de ser víctimas de violencia de género.

En PRODESSA creen que es trascendental que las mujeres tengan el mismo acceso a recursos productivos y económicos que los hombres, para lograr su empoderamiento y su desarrollo integral. Por ello, buscan fortalecer la autonomía económica de las mujeres en tanto titulares de derechos, a través de fomentar su participación en actividades productivas agroecológicas que permitan tanto mejorar la disponibilidad de alimentos saludables para sus familias, como aumentar sus ingresos monetarios a través de la venta de excedentes. Este componente productivo está orientado hacia la consecución de la soberanía alimentaria, a través de la producción de especies nativas mediante prácticas que no dañan el medioambiente, además de propiciar el consumo consciente y responsable por parte de la población.

Para disminuir la violencia contra las mujeres, es necesario, además de empoderarlas económicamente, poner en marcha medidas encaminadas a su participación en espacios comunitarios y familiares de toma de decisiones, contribuyendo a la transformación de las relaciones de poder dentro de las familias y comunidades y al conocimiento de su derecho a una vida libre de violencia.

Estas acciones tendrán un mayor impacto si, en estas acciones se toman en cuenta a los hombres, por ello, se propone la formación de jóvenes hombres, para que, desde una edad temprana, puedan cambiar su ideario de una masculinidad tradicional y la violencia de género como mecanismo para las relaciones de poder, y fomentar en ellos y en los hombres de las comunidades nuevas masculinidades que promuevan la igualdad entre los géneros.

ActividadeS

  • Se realizarán 2 talleres anuales de seguimiento y evaluación del proyecto.
  • Jornadas de formación en producción agroecológica para 25 promotoras, dentro de la Escuela de Agroecología.
  • Las 25 mujeres que han recibido la formación (promotoras), explicarán a otras 5 mujeres lo aprendido, haciendo una parcela agroecológica.
  • Talleres de formación, para mujeres jóvenes, en prevención de la violencia de género.
  • Talleres de formación, para hombres jóvenes, en nuevas masculinidades para la prevención de la violencia de género.
  • Diálogos intergeneracionales para la prevención de violencia.

Con la financiación de:

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