Mwaramutze! ¡Buenos días!
La última semana en la comunidad ha pasado volando. Nos hemos acostumbrado a esta rutina tan intensa y los días transcurren entre oraciones, cantos, juegos, clases de español…
Tenemos la oportunidad de visitar Byumba, Kisaro y Kirenge, donde tenemos la oportunidad de visitar diferentes comunidades de hermanos de La Salle y los proyectos que gestionan: el centro de formación para docentes, la escuela de artes con internado y un colegio de infantil y primaria con una granja que nos sorprende por lo grande y bien cuidada que está. ¡Las vacas tienen unas vistas envidiables a las mil colinas rwandesas!
Sin embargo, ya podemos notar que se acerca el final de nuestra estancia. Las chicas empiezan a susurrar entre risas, a bailar en los descansos, a alguna se le escapa algo de la sorpresa de los preparativos…
En el colegio, durante la última mañana, los pequeños bailan y cantan para despedirse de nosotros. La ternura es inmensa cuando al irse a casa nos dicen, como siempre, “see you tomorrow!” (“¡hasta mañana!”) a pesar de que queda tan poco tiempo para nuestro vuelo de vuelta.
Nuestro último día con las Hermanas está lleno de emociones. Han preparado cantos y danzas con muchísimo cariño, preciosos regalos de artesanía local e incluso han cosido ellas mismas un vestido para nosotras y una camisa para el Hno. Santiago.
Con las emociones a flor de piel y la maleta cargada de recuerdos y vivencias, sólo podemos decir: MURAKOZE, GRACIAS.