Todo viaje es la suma de muchos viajes. No es sólo el trayecto de ida y vuelta a algún lugar, sino todos aquellos viajes que se hacen en medio de él… y también los que hace cada persona que lo realiza. En nuestro caso, este viaje es la suma de cuatro viajes: el de Auxi, Carmen, Raúl y Natalia… y todos los que cada uno de nosotros hemos recorrido en esta experiencia. PRODESSA 2024 es la historia de todos esos viajes. Y también de todas las historias que hemos ido conociendo entre destino y destino.
Dejamos nuestra primera crónica en Rabinal, donde finalizamos nuestra estancia compartiendo la semana con el equipo de salud dental de PRODESSA, visitando algunas escuelas de Baja Verapaz (Salamá, Rabinal…) recordando a los docentes y a los niños y niñas las Jornadas de Salud Dental que se iban a celebrar y entregando material para el cepillado de dientes. Alondra y Lorna fueron nuestras compañeras esa semana, a las que se sumaron dentistas daneses de la ONG “Salud dental sin fronteras”, traductores de Guatemala y Binel y Cristina de PRODESSA, preparados para iniciar, el lunes 22 de julio, las jornadas de salud dental (con extracciones de piezas incluidas). Fue muy interesante poder participar el primer día y ver todo el trabajo desarrollado por los dentistas, que trataron a los niños y niñas con mucha cercanía y humanidad.
De regreso a Ciudad de Guatemala pudimos conocer Antigua Guatemala, compartir momentos con la Comunidad de Hermanos de La Salle de allí y descubrir una de las ciudades más bonitas del país, además de disfrutar de algunos ratos de encuentro y testimonio con alumnos y alumnas del colegio La Salle de Antigua Guatemala. Nos encantó conocer algunas vivencias del Hermano Pedro en Guatemala (es español, de Cataluña, aunque ha pasado casi toda su vida en centro América) y poder pasar algunos ratos con los hermanos.
Además, hemos tenido la suerte de pasar un fin de semana de convivencia con nuestros compañeros de PROYDE Noroeste, que han estado también en Guatemala en otro proyecto. Acompañados por los hermanos Efraín y Francisco, descubrimos otra de las maravillas del país: el Lago Atitlán, que nos dejó a todos con la boca abierta por su belleza. Allí pudimos descubrir el “Cerro del oro” que inspiró la famosa imagen de la boa que traga un elefante de “El Principito” de Antoine de Saint Exupéry, ¡una chulada!
Terminamos nuestra estancia en Guatemala con un gran regalo: pasando unos días en el colegio Tierra Nueva de “La Salle”, donde el primer día nos dieron una calurosa bienvenida. Todas las personas que forman parte de la Escuela (niños y niñas, profesores y profesoras, madres y padres, demás trabajadores) nos han hecho sentir en casa desde el principio. Nos quedamos con el cariño y la cercanía recibida… eso nos lo llevamos en nuestros corazones para siempre.
Queremos dar las gracias a todos los trabajadores de PRODESSA (Binel, Cristina, Jessica, Sheyli, Cristian, Alondra, Lorna, Aylin) que nos han acompañado de una u otra manera en este viaje; al Hermano Francisco por el tiempo que ha podido dedicarnos en medio de todos sus quehaceres; a la Comunidad de Hermanos de la Antigua Guatemala por su hospitalidad y cercanía y al colegio por permitirnos compartir con algunas clases nuestro testimonio; a la Escuela La Salle “Tierra Nueva” por “apapacharnos” (llenarnos de abrazos) y hacernos sentir en casa; y finalmente a Guatemala y a su gente por el trato que nos han dado y por ayudarnos a sentirnos parte de este gran país… un trocito de Guatemala se viene con nosotros a España. GRACIAS.
Auxi, Carmen, Raúl y Natalia.