VOLUNTARIADO INTERNACIONAL KARAMENO, KENIA. SEMANA 1

Un día en la rural y templada karameno

Son las 5:55 de la mañana y recién despiertos, nos acercamos a la casa de los Hermanos para tener nuestro primer rato de oración con la comunidad. Salimos sobre las 6:40h, ya de día, se puede escuchar el despertar de la variedad de animales con los que convivimos: gallinas, vacas, patos, ocas, perros, cerdos, ovejas… volvemos a casa a descansar un rato y a las 7:30h terminamos de despertarnos con un típico desayuno keniata con mantequilla de cacahuete, aguacate, leche ordeñada de las vacas de aquí y agua caliente para prepararnos un buen té de la zona.
A las 8:00h estamos listos y nos encaminamos hacia la obra. El proyecto en el que estamos colaborando consistente en la construcción de un edificio de tres plantas para albergar nuevas salas de ordenadores. Después de dos horas cargando  bloques de piedra y madera, forjando y encofrando vigas manualmente o poniendo cemento y bloques sobre la infraestructura, disfrutamos del denominado “tea break”, donde aprovechamos para comentar la mañana, charlar con Grace, la cocinera de los Hermanos y coger fuerzas para las próximas horas de trabajo.

A las 13:00h comemos con los Hermanos, que nos cuentan cómo ha ido su mañana, sus planes, y qué actividades podremos desarrollar por la tarde.
Las tardes son más relajadas. Después de una jornada de duro trabajo, tenemos un pequeño rato de descanso. Luego vamos a dar un paseo con algún Hermano por los alrededores del colegio, asistimos a sus clases o vamos con los obreros a dar paseos en moto y disfrutar de una buena TUSKER (cerveza típica de Kenya) en algún bar de la New City, donde se concentra la principal actividad comercial de la zona.
Los fines de semana son distintos, los estudiantes, adolescentes de entre 14 y 19 años, tienen algo de tiempo libre y podemos disfrutar de su compañía, de sus ganas de conocer nuestra cultura, nuestra realidad y bailar, jugar o charlar con ellos un rato.
El siguiente rato de oración con la Comunidad empieza a las 18:15h y tras él, llega la hora de cenar. Tiempo de compartir, conocer y de reír junto a los Hermanos, quienes desde el primer momento nos acogieron con los brazos abiertos y nos cuidan como nadie. Finalmente, tras un rato de sobremesa, sobre las 21:00 volvemos a casa para descansar y coger fuerzas, pues nos espera un día completo y lleno de sorpresas.

Este es un resumen de nuestro día a día. Estamos muy felices de estar conociendo y conviviendo diferentes realidades de la zona.
Por un lado están los trabajadores, auténticos currantes que llevan una vida humilde y tratan de llevar algo de dinero a casa con sueldos desde 1200 Kenyan Chelines el día de trabajo, 8 horas, (8€ diarios) los que más cobran, a 600 Kenyan Chelines (4€ diarios) los que menos.
Otra realidad es la de los Hermanos, que están respaldados por La Salle como institución y sus necesidades están cubiertas de manera notable. Comparten todo con nosotros y para ellos somos uno más. Pasamos ratos increíbles con ellos y nos transmiten sus valores y su cultura a diario.
Finalmente, están los estudiantes, adolescentes internos en el colegio, llenos de sueños, ganas e ilusión. Saben el sacrificio que sus padres hacen para pagarles los estudios en este prestigioso colegio y confían en algún día poder devolvérselo.
Estas son tres realidades distintas con las que estamos en contacto directo a diario, de las cuales estamos obteniendo un aprendizaje personal muy grande y esperamos poder contaros más muy pronto, en persona.