Acercando el proyecto Fratelli al colegio de La Inmaculada
Los niños y niñas de 3º de Primaria conocen, de la mano del Hermano Guillermo Moreno, el Proyecto Fratelli en Líbano.
En la primera semana de octubre, los niños y niñas de 3º de Educación Primaria gozaron de una conexión muy especial. El Hermano Guillermo Moreno se conectaba en videollamada desde el Líbano para hablarles del Proyecto Fratelli, donde se encuentra viviendo en la Comunidad de Hermanos de La Salle y Maristas. Lo primero que nos explicó es que este proyecto tiene por objetivo trabajar y colaborar en la educación de niños y niñas refugiados sirios desplazados por el conflicto bélico.
Con esta iniciativa hicimos partícipes y conscientes a los alumnos y alumnas del Colegio La Inmaculada de que existen otras realidades e intentamos fomentar en ellos y ellas un espíritu solidario y colaborativo. Tanto ha significado esta videollamada y esta experiencia que ellos mismos decidieron seguir en contacto con el proyecto e iniciar un intercambio de cartas y dibujos con el alumnado que forma parte de él. Esta iniciativa parte de una experiencia propuesta en su primer proyecto de la nueva metodología lasaliana NCA, “La huerta de los aromas”.
Desde el Colegio y desde la Delegación Local de PROYDE en La Inmaculada felicitamos al Hermano Guillermo y a toda la Comunidad Educativa que forma parte del proyecto Fratelli por desarrollar esta importantísima labor y estar a nuestra completa disposición. Gracias Guillermo por no sólo saber acercar a los niños y niñas de La Inmaculada a esta realidad, sino por también hacerlos conscientes de que pueden ayudar y colaborar.
En memoria de Felipe Galindo (1931 – 2021)
Bienhechor del Instituto
Felipe Galindo de Lucas, nació en Segovia el 26 de mayo de 1931. Estaba casado con Amelia Ayuso. El matrimonio tuvo cuatro hijas , un hijo y ocho nietos. Era profesor mercantil y trabajó en el Banco Castellano y después en el BBVA. Fue el primer director de tarjeta de crédito en España. Murió en Madrid el 24 de Octubre de 2021.
La vida de Felipe como esposo, padre y como lasaliano es inseparable de su esposa Amelia con la que compartió 63 años de sus 90 años. Era un hombre entrañable, conciliador, gran animador en el ambiente familiar y extrafamiliar, trabajador de primera línea y, lasaliano convencido y convincente.
Su acercamiento al mundo lasaliano tuvo su entrada cuando, juntamente con su mujer, se integró en el grupo cristiano que el H. José Juan Rodríguez Medina puso en marcha allá por el curso 1979-80, en la Escuela de Catequistas del Instituto San Pio X. Pocos años más tarde, en 1988, entró de lleno en el mundo lasaliano, en la recién creada Asociación PROYDE, en nuestra antigua casa de la calle S. Juan de la Cruz de Madrid. Junto a los hermanos Pedro Arrambide, José Salces y Julián Jauregui, fue una pieza fundamental, para que desde sus comienzos nuestra ONG tuviera y gozara de gran prestigio administrativo que ha conservado hasta el día de hoy.
Pero su labor no se quedó solamente ahí, en el ámbito de la gestión. Fue un hombre que, junto a su esposa Amelia, hizo de la generosidad hacia los más desfavorecidos, una opción preferencial de su vida. PROYDE es testigo fiel de ello, así como de sus compromisos con multitud de proyectos. Algunos de esos proyectos fueron visitados por el matrimonio en tierras de Eritrea y Etiopia. Por toda esta trayectoria de entrega y dedicación a la misión lasaliana, el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, le otorgó el título de Bienhechor del Instituto el 15 de septiembre de 2008.
Felipe hizo realidad en toda su vida lo que Jesús dijo en el Evangelio:
“Y cualquiera que como discípulo dé de beber, aunque solo sea un vaso de agua fría a uno de estos pequeños, en verdad os digo que no perderá su recompensa”. (Mt 10,42)
Ya descansa, recompensado, en la paz del Señor.
Juan A. Rivera
Nuevo sello «Dona con Confianza»
La campaña “Tu confianza transforma” tiene un doble objetivo, presentar públicamente el sello Dona con Confianza, y poner en valor los resultados que consiguen las ONG Acreditadas con el apoyo de sus donantes y colaboradores.
Es una campaña liderada por Fundación Lealtad y ejecutada conjuntamente con las más de 225 ONG Acreditadas y empresas colaboradoras de Fundación Lealtad, para decirte que tu confianza tiene un poder transformador.
Tu confianza crea empleo, promueve la educación, acompaña, cuida el planeta … y mucho más. Cuando confías en una ONG Acreditada y apoyas su trabajo, sea donando tu tiempo, tu dinero, tu conocimiento … se consiguen resultados concretos como estos:
Visitando Cantabria
El director de Proyde, H. José Manuel Sauras y el Delegado Territorial de Noroest, H. Rufino Arconada, vistan la Delegación de Cantabria.
La ONGD Proyde, con sus 33 años recién cumplidos, arrancaba este curso 20-21 con un cambio en la dirección. Tras cinco años al frente de la dirección, el Hermano Ángel Díaz pasó el relevo al Hermano José Manuel Sauras, de amplia experiencia en la acogida de voluntarios y en el desarrollo de proyectos humanitarios.
El pasado viernes, 15 de octubre, tuvo lugar la visita del nuevo director de Proyde a la delegación de Proyde Cantabria. Dicha delegación está formada por la delegada local del colegio de Corrales de Buelna, Ruth González y la delegada local del colegio de Santander, Verónica Gallardo.
En esta primera y grata visita, José Manuel acompañado por el Hermano Rufino Arconadas (delegado de Proyde Noroeste) y José Manuel Merino como director del colegio de Santander, pudo conocer personalmente el trabajo de nuestra ONG en las dos comunidades educativas (Corrales de Buelna y Colegio La Salle Santander) y en la Coordinadora de ONG Cántabra. Así mismo, se interesó por el trabajo de las diferentes delegaciones y reflexionó sobre el impacto de la campaña anual, del voluntariado y sus socios.
Recordamos que la misión de Proyde es contribuir con trabajo y a través de testimonios a la construcción de un mundo donde todas las personas vivan dignamente, porque mucha gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo.
Deducciones fiscales por donativos a ONG
Fundaciones y asociaciones sujetas a la ley 49/2002
A partir del ejercicio 2020, para las aportaciones hasta 150€, la deducción fiscal es del 80%. Y a partir de esa cantidad, es del 35%.
Además, si llevas tres o más años consecutivos donando 150€ o más y el importe es igual o superior al del año anterior, tu deducción aumenta hasta el 40% (zonas forales consultar).
En todos los casos, la cantidad deducida no podrá exceder del 10% de la base liquidable en el IRPF.
Si quieres beneficiarte de la deducción fiscal, confirma que tenemos correctamente todos tus datos personales.
Zaragoza somos Comercio Justo
Nuestra exposición fotográfica «Zaragoza Somos Comercio Justo» viaja al colegio La Salle Montemolín, C/ José Galiay, 11, Zaragoza. Se podrá visitar hasta el 22 de octubre. Fotografías realizadas por Pedro Anguila y Carlos Canales Ciudad.
Rodrigo y Carlota participaron en un concurso de dibujos sobre el Comercio Justo en su colegio de La Salle de Zaragoza. A través de la ONG Proyde, todos los años organizan diferentes actividades que fomentan la reflexión y promueven el Comercio Justo. Los colegios de La Salle pertenecen a la red nacional de Centros Educativos por el Comercio Justo.
¿Quieres hacer actividades en tu centro educativo? Contacta con nosotros en www.zaragozacomerciojusto.org
Segundo con gusto a por el Comercio Justo
La Salle Montemolín presenta el proyecto de «segundo con gusto a por el comercio justo» del NCA a los premios aprendizaje y servicio de la fundación Edebe.
El proyecto se realizó previo a la semana solidaria en el mes de marzo y con un punto de fidelidad creativa, buscamos la forma de llevarlo a cabo.
El proyecto se basa en un descubrimiento de la tienda de Comercio Justo del colegio y el sentido de esta. El alumnado se plantea qué puede hacer para colaborar con Comercio Justo y desarrolló dos líneas de acción: acercar los productos a sus familiares y crear un minimercadillo con artesanías creadas por ellos para venderlas y colaborar con el proyecto propuesto por Proyde.
Este año, a causa de la pandemia, se vio reducido a sus clases. Seguro que el próximo año, oiremos hablar de cómo los colegios de la Arlep, van con los de segundo, ¡A por el comercio justo!
PLANTEMOS LAS BASES, SEMBREMOS FUTURO
El 25 de septiembre de 2015 en el seno de la Asamblea General de las Naciones Unidas, 193 Estados miembro aprobaron una hoja de ruta que marcaría el nuevo paradigma del desarrollo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, comúnmente conocida como la Agenda 2030. Dicha Agenda se desglosó en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169 metas centradas en erradicar la pobreza, promover la prosperidad y proteger el planeta de aquí a 2030.
Los nuevos ODS son los sucesores de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) propuestos en el año 2000, y presentan una visión más amplia y completa, combinando el enfoque de combatir las desigualdades con la preocupación por el medioambiente. Además, esta nueva agenda se caracterizó por involucrar a toda la comunidad internacional en el proceso de negociación, incluyendo consultas a actores privados, académicos y ciudadanos anónimos.
En este marco y prosiguiendo con el trabajo iniciado desde hace varios años, las entidades lasalianas — Edificando CN, PROIDE, PROYDE-PROEGA, PROIDEBA, Solidarietà Internazionale (Italia), Sopro (Portugal), Semil (Francia), La Salle International (EEUU, Canadá) y PROYDE — además de SED, Proclade y Proclade Yanapay y gracias al apoyo económico de la empresa McYadra, presentamos la campaña de sensibilización anual —Plantemos las bases, sembremos futuro—en la que invitamos a reflexionar sobre un tema de interés social en particular (empobrecimiento, hambre cero, igualdad de género, educación de calidad…).
Concretamente, para este curso abordaremos realidades que conciernen al ODS 7: garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna, y ODS 13: adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
Estos ODS tienen como objetivo primordial combatir dos de los problemas más acuciantes contra los que se enfrenta nuestro planeta en la actualidad: el calentamiento global, con su consecuencia inmediata e ineludible del cambio climático, por un lado, y la utilización desmedida de energías fósiles, muy contaminantes y llamadas tarde o temprano a agotarse, por otro. Se trata de problemas que, no solo inciden en la calidad del medioambiente, sino que pueden tener y tienen consecuencias muy perniciosas tanto para las personas como para el resto de formas de vida conocidas en nuestro planeta.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático sabemos que:
Entre 1880 y 2012 la temperatura media anual aumentó 0,85; además la producción de cereales se redujo un 5%.
Los océanos se han calentado, la cantidad de nieve y hielo ha disminuido. Entre 1901 y 2010 el nivel del mar ha subido 19 cm.
Se prevé que si seguimos así a final de siglo se produzca un incremento de la temperatura mundial que supere los 1,5 grados.
Por otro lado,
3000 millones de personas dependen de la madera, el carbón vegetal o los desechos de origen animal para cocinar y calentar comida.
La contaminación del aire en locales cerrados debido al uso de combustibles para la energía doméstica causó 4 millones de muertes en 2012, 6 de cada 10 de estas fueron mujeres y niñas.
Parecen datos abrumadores, poner fin a las injusticias y solucionar el problema del cambio climático son objetivos a escala global muy importantes, resulta complicado pensar que podemos hacer algo, que de alguna manera podemos influir para cambiar las cosas. Pero no es así, formamos parte de la solución, realizar pequeños cambios de actitud en nuestro día a día puede marcar la diferencia si lo hacemos entre todos/as.
No olvides que, mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo.
¿Y tú, qué puedes hacer?
#reevaluar
#reconceptualizar
#reestructurar
#redistribuir
#relocalizar
#reducir
#reusar
#reciclar
Educación con Equidad y Calidad
EDUCACIÓN CON EQUIDAD Y CALIDAD
Garantia educativa básica para la población del barrio periférico de Kiri
Mejorar la infraestructura escolar mediante la construcción y equipamiento de una escuela secundaria
Ubicación
Barrio de Kiri. Bobo-Dioulasso, Burkina Faso
Presupuesto
327.371€
Financiadores
Ayuntamiento de Zaragoza, PROYDE y SOCIO LOCAL
ODS
sobre el proyecto
Con el fin de mejorar y complementar el programa destinado a ofrecer una educación de calidad en Burkina Faso, este proyecto se centra en disminuir la tasa de abandono entre la población en edad escolar del barrio de Kiri, fundamentalmente de niñas y jóvenes,con una tasa de abandono escolar superior al 30% en la periferia de Bobo-Dioulasso. Para ello, llevará a cabo la ampliación de las infraestructuras de la nueva escuela de La Salle de Kiri, que abrió sus puertas en el 2015 con el nivel de primaria, y que hoy día cuenta con 250 alumnos (135 niñas, 115 niños).
En concreto, se dará continuidad a la educación Secundaria, a través de la construcción y equipamiento de un pabellón con capacidad para otros 250 estudiantes jóvenes. Con ello, al finalizar el proyecto la escuela acogerá, entre primaria y secundaria a unos 500 estudiantes, 54% niñas.
contribuye con nuestros proyectos
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Toda ayuda cuenta porque mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo.
Ayúdanos a promover una educación de calidad para todo el mundo, a luchar por la igualdad, promover un estilo de vida sostenible en el largo plazo y a combatir la desigualdad social.
¡Gracias por tu apoyo!
Si prefiere, puede realizar la transferencia directamente a favor de PROYDE a través de nuestra cuenta:
IBAN: ES37 1550 0001 2400 0098 5325
SWIFT: ETICES21XXX
Mi primera semana en Fratelli
El H. Guillermo Fratelli nos cuenta su primera semana en el Proyecto Fratelli
Solo llevo 7 días en Líbano y una infinidad de imágenes y palabras han entrado en mi interior como quien deja pasar el agua a borbotones. Tal vez muchas cosas tendrán que reposar y algunas percepciones cambiarán, pero quisiera dejar por escrito algunos de los trazos que ya la vida está escribiendo en mi corazón.
Lo primero, unos pocos datos del contexto: me encuentro en Rmeileh, un pueblo al lado de la famosa Sidón donde estuvo Jesús con sus discípulos. Es la tercera ciudad de Líbano con más de 150.000 habitantes, en su mayoría musulmanes sunies. Nuestro centro Fratelli está en lo alto de una colina con vistas sobre la ciudad y el mar. En esta zona se encuentran muchos refugiados sirios que son los destinatarios centrales del proyecto; muchos de ellos viven entre los cercanos campos de invernaderos como cuidadores de los mismos, aunque siempre en condiciones penosas, ya que en Líbano los refugiados sirios no tienen derecho a la mayor parte de los trabajos y solo pueden salir adelante con las ayudas de ACNUR y el mercado negro.
La situación en estos momentos en Líbano es dramática, todo el mundo dice que no habían estado peor desde la guerra civil. Desde hace tres años la economía del país está en crisis, con una devaluación terrible de la moneda. Para haceros una idea, un litro de leche puede costar unas 10.000 libras libanesas, que son unos 5 euros, pero los sueldos son mucho menores que en España. A este problema económico se ha sumado el problema mundial de la pandemia y la explosión en el puerto de Beirut hace un año. Desde el pasado mes de octubre el país está sin gobierno, las facciones políticas se atacan sin llegar a acuerdos y el pueblo se manifiesta continuamente en las calles sin encontrar respuesta.
El gran problema en estos momentos es la falta de suministro de medicamentos y algunos bienes básicos, pero lo más grave es la falta de combustible en un país que depende principalmente del petróleo para generar energía. La red pública de electricidad ofrece apenas una hora de luz al día, con lo que eso supone de problemas en la conservación de alimentos y miles de cosas que todos podemos imaginar. Luego existen otros sistemas privados de generadores, pero también están teniendo el mismo problema. Nosotros en Fratelli tenemos unas placas solares y solo estamos sin luz unas 5 horas por la noche, aunque a lo largo del día hay muchos cortes. Para conseguir gasolina hay que hacer largas colas de varias horas en las pocas gasolineras que la suministran. En Europa parece que solo existe el coronavirus, pero aquí los problemas adyacentes son tan grandes que la pandemia ha pasado a un segundo lugar.
En medio de todo esto se encuentra el Proyecto Fratelli, que hace seis años abrimos conjuntamente los Hermanos Maristas y de La Salle. Un proyecto educativo para niños sirios refugiados de la guerra. No es una escuela al uso, sino más bien un centro socioeducativo con multitud de propuestas formativas y lúdicas que en estos años han aprovechado más de 5000 personas.
Con estas informaciones os podéis hacer una idea del contexto y ahora os comparto cómo lo estoy viviendo yo. He venido a estas tierras fenicias con la confianza puesta en Dios, pero también con algunas inseguridades y miedos: crear nuevas relaciones, adaptarme a una nueva cultura, tener que comunicarme en lenguas que no domino, asumir responsabilidades cuando uno se siente frágil… Por naturaleza prefiero estar en un segundo plano y necesito tener las cosas más o menos controladas, pero creo que Dios está aprovechando esta vulnerabilidad para llevarme a lugares que seguramente yo solo nunca iría.
Tengo que agradecer la magnífica acogida de la comunidad de Hermanos, así como del equipo de educadores del Proyecto Fratelli. Me han hecho sentir desde el primer momento como en casa. Durante estos primeros días están pasando bastantes personas por la Comunidad. Formamos entre todos una pequeña ONU Marista y La Salle, con Hermanos de Camerún, Líbano, Chad, España, Italia y Brasil. Supone un verdadero reto comunicativo porque permanente hay que comunicarse en 4 lenguas. Poco a poco voy aprendiendo expresiones sencillas del árabe, voy haciendo oído con el francés y practico mi inglés básico. Menos mal que puedo también hablar con algunos en español y que todas las personas son muy comprensivas y amables.
El contacto con la realidad de pobreza va poco a poco sacándome de mi isla de comodidad. Pongo dos ejemplos: hace tres días fuimos a felicitar a su casa a Hani, un hombre sirio que nos ayuda con los jardines, porque acababa de tener una niña. Le llevábamos pañales y leche y queríamos unirnos a su alegría. Nos acogió con gran dignidad dentro de una gran pobreza, nos sentamos debajo de un árbol y nos ofreció todo lo que tenían, nos presentó a su mujer y sus cuatro hijos, ellos sólo hablan árabe y fue difícil entablar una conversación, pero hay cosas que no necesitan muchas palabras: un rostro de agradecimiento, un gesto de reconocimiento, unas manos que ofrecen lo que tienen y otras que lo reciben con cariño y respeto… Si pensamos en nuestras memorias, normalmente están más hechas de gestos que de palabras.
El otro momento ha sido esta tarde cuando cuatro personas hemos ido a visitar uno de los “shelter” o campos de refugiados, que es donde se concentran muchos sirios en edificios abandonados y barracas improvisadas. Al llegar nos han reconocido y han empezado a salir niños de todas partes corriendo y gritando de alegría. Se han acercado a nosotros y han venido algunos adultos también que han aprovechado para hablar con los educadores. Mientras tanto los niños se han puesto a cantar el himno de la colonia que acaban de terminar hace unos días y la canción “fra” de Fratelli que tanto les gusta. Yo me sentía abrumado por las imágenes que estaban entrando en mi retina, por el cariño mostrado por los niños que al saber que era un nuevo Hermano me daban la mano y me hablaban de miles de cosas que no comprendía. Yo me sentía un poco paralizado, pero me senté en unas gradas que había y empecé a comunicarme con ellos con juegos de palmas, con las miradas, con la cercanía de los gestos… Ha sido un momento muy sencillo pero que me ha llegado al alma. Cuando subía de nuevo al coche para regresar tenía las entrañas encogidas y humedecidos los ojos. Hoy como ayer, el Señor me visita en los niños pobres y me renueva en mi vocación de Hermano. Solo me queda terminar diciendo dos expresiones que frecuentemente me repito internamente como un mantra: “aquí estoy” y “gracias.