Fin del voluntariado con las Hnas. Guadalupanas (Ruanda)

Pero qué bienafortunados somos…porque es afortunado/a aquel o aquella que tiene la suerte de encontrar felicidad en lo sencillo, en una sonrisa, en la gratitud, en la  bondad y en el trato cercano con las personas con las que convive. Y esa es la realidad de Alex, Hermano Santi y Cati. 

Quince días más, los últimos, de un total de treinta, instalados en Ruanda, disfrutando de un proyecto de voluntariado internacional con las Hermanas  Guadalupanas de La Salle ¿Cómo podríamos resumir en unas breves líneas lo trabajado, experimentado y vivido durante esta segunda mitad del mes? Difícil tarea, ya que la magnitud de la realidad  del día a día es tal, que ser breve es dejar atrás muchos matices importantes. 

Siguiendo la tónica marcada desde nuestra llegada, el quehacer diario comienza a las 5:30 de la mañana. Desde el alba y hasta el ocaso, comenzando con la oración de las 6:00, es un no parar  entre compartir las tareas domésticas de limpieza y cocina, así como preparar y  desarrollar las actividades que trabajaremos a lo largo del día tanto con los niños  como con las Hermanas. Álex y Cati, durante las mañanas, hemos atendido a una media de 120 niños/as con  edades comprendidas desde el año y medio hasta los 15 años. Al mismo tiempo, el  Hno. Santi se dedica a instruir a las hermanas en diversos conceptos y ejercicios prácticos que les puedan servir en la tarea docente de los niños de la escuela. Juegos educativos, canciones, colorear, manualidades varias, ejercicios sencillos de  inglés, entre otras actividades, ha sido la batería de recursos didácticos que ha  configurado la sesión diaria de aprendizaje y entretenimiento con el alumnado del  centro. Igualmente, con doble sesión diaria, mañana y tarde, entre los tres voluntarios, ha  sido bastante amplia la diversidad de tareas desarrolladas con las religiosas. A destacar, manualidades en papel, en tela, canciones, sopas de letras, adivinanzas,  estudio de verbos, curso de primeros auxilios, cultura general tanto africana como española y recetario de cocina, entre otras. En todo momento, con estas últimas, las hermanas, el principal objetivo que ha  llevado aparejado cada actividad ha sido el aprendizaje de la lengua española, aunque  también se ha procurado que conocieran dinámicas/metodologías nuevas a aplicar en  el aula con el alumnado.


Diariamente, con el rezo de laudes a las 6:00 de la mañana y vísperas a las 18:00 horas, hemos compartido momentos importantes de oración en la capilla. Principalmente, a través de la declamación del rosario, adoración al Altísimo y  eucaristía los martes, jueves, viernes y domingo en diferentes lenguas…francés,  kinyarwanda e inglés. Incluso nos agasajó con una visita a la casa de las Hermanas, el Sr. Obispo, Monseñor Baltasar, celebrando Eucaristía, posterior cena y entretenimiento con nosotras y las hermanas. Aprovechamos la ocasión, además, para despedir a la Hermana Gudule, de origen malgache, a quien envían a Burkina Faso. Destacamos su actitud optimista ante este compromiso y la sonrisa, bailes y cantos que acompañaron su  despedida, tras cerca de 6 años de misión en este país. 

Llegado el fin de semana, cada sábado, nos han regalado un paseo por la geografía  ruandesa, teniendo así la oportunidad de conocer más de cerca la riqueza cultural y  paisajística del país. Eso sí, aprovechando para visitar a las comunidades de  hermanos de La Salle instaladas en estas tierras. Concretamente, en esta segunda mitad del mes, hemos tenido la oportunidad de  conocer de cerca y compartir un rato distendido de convivencia, con la Comunidad  de Hermanos de La Salle ubicada en Rukomo, noreste del país, y la Comunidad de Kigali, la capital, concretamente situada en el distrito de Gahanga. 

Pero claro, hay una parcela que aún no se ha resaltado; la convivencial. Qué suerte, lujo más bien, hemos tenido al disponer de 24 horas diarias de exquisito  trato y armonía, durante más de 30 días, con la Comunidad de Hermanas Guadalupanas de La Salle. Las tertulias en todas las comidas y descansos, momentos de juego, de compartir  bailes tradicionales ruandeses y españoles, curiosidades e inquietudes múltiples,  risas, complicidad, confianza, cariño, admiración, respeto, … son los “extras” que la  familiaridad diaria nos ha dado la oportunidad de disfrutar. Cada día ha primado todo tipo de gestos y detalles para que nuestra estancia fuese  lo más agradable y entrañable posible. Y así nos hemos sentido en todo momento. Incluso, el día 25 de Julio, Día de Santiago Apóstol, sorprendieron y felicitaron al  Hno. Santi con una mención especial en la misa celebrada esa mañana,  así como con un canto y ramo de flores en el desayuno. 


Como pre-finalización de nuestra estancia y asistencia del alumnado al centro,  celebramos una exposición con los trabajos realizados por las hermanas y los chicos y chicas participantes. Los primeros espectadores, el profesorado de la escuela,  disfrutaron y apreciaron muchísimo las explicaciones ofrecidas por las religiosas, en  las que quedó constancia el resultado de las sesiones trabajadas en clase.

Metidos ya en el último fin de semana, asistimos a la Catedral, participando de la  Eucaristía celebrada en esa misma mañana. Intensísimo y emocionalmente, fue el último domingo compartido con todas las hermanas. En el desayuno, con flores, velas encendidas y cánticos sorprendieron y felicitaron a  Cati por su cumpleaños, un momento emotivo e inolvidable. A mediodía, después de disfrutar de una buena comida, nos regalaron unas palabras  cargadas de cariño, obsequios múltiples, entrega de diplomas y canciones con sus  correspondientes danzas africanas. 

Días complejos, estos últimos… se nos termina la estancia y queremos aprovechar hasta el último segundo para seguir impregnándonos de su bondad, simpatía, alegría,  humildad y generosidad. 

Como fin “de fiesta”, cerramos la jornada del lunes con diversas actividades organizadas para los niños. Bailes, gymcana, juegos con globos, caramelos…y, sobre todo, inmensas muestras de cariño que sellan el enorme afecto que hemos  compartido. Como dice la canción, más o menos, tanto con los niños como con las Hermanas, nos han robado el corazón… ellos se quedan y nosotros nos marchamos… nos vamos llenos  de AMOR fraterno… esperamos que algo de nosotros también haya calado en su  corazón. 

¡¡¡QUÉ VIVA JESÚS EN NUESTROS CORAZONES… POR SIEMPRE!!!




Fin del voluntariado en PRODESSA, Guatemala

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Todo viaje es la suma de muchos viajes. No es sólo el trayecto de ida y vuelta a algún lugar, sino  todos aquellos viajes que se hacen en medio de él… y también los que hace cada persona que lo  realiza.  En nuestro caso, este viaje es la suma de cuatro viajes: el de Auxi, Carmen, Raúl y Natalia… y  todos los que cada uno de nosotros hemos recorrido en esta experiencia.  PRODESSA 2024 es la historia de todos esos viajes. Y también de todas las historias que hemos ido  conociendo entre destino y destino.  

Dejamos nuestra primera crónica en Rabinal, donde finalizamos nuestra estancia compartiendo la  semana con el equipo de salud dental de PRODESSA, visitando algunas escuelas de Baja Verapaz  (Salamá, Rabinal…) recordando a los docentes y a los niños y niñas las Jornadas de Salud Dental  que se iban a celebrar y entregando material para el cepillado de dientes. Alondra y Lorna fueron  nuestras compañeras esa semana, a las que se sumaron dentistas daneses de la ONG “Salud dental  sin fronteras”, traductores de Guatemala y Binel y Cristina de PRODESSA, preparados para iniciar,  el lunes 22 de julio, las jornadas de salud dental (con extracciones de piezas incluidas). Fue muy  interesante poder participar el primer día y ver todo el trabajo desarrollado por los dentistas, que  trataron a los niños y niñas con mucha cercanía y humanidad.  

De regreso a Ciudad de Guatemala pudimos conocer Antigua Guatemala, compartir momentos con  la Comunidad de Hermanos de La Salle de allí y descubrir una de las ciudades más bonitas del país,  además de disfrutar de algunos ratos de encuentro y testimonio con alumnos y alumnas del colegio  La Salle de Antigua Guatemala. Nos encantó conocer algunas vivencias del Hermano Pedro en  Guatemala (es español, de Cataluña, aunque ha pasado casi toda su vida en centro América) y poder  pasar algunos ratos con los hermanos.  


Además, hemos tenido la suerte de pasar un fin de semana de convivencia con nuestros compañeros  de PROYDE Noroeste, que han estado también en Guatemala en otro proyecto. Acompañados por  los hermanos Efraín y Francisco, descubrimos otra de las maravillas del país: el Lago Atitlán, que  nos dejó a todos con la boca abierta por su belleza. Allí pudimos descubrir el “Cerro del oro” que  inspiró la famosa imagen de la boa que traga un elefante de “El Principito” de Antoine de Saint Exupéry, ¡una chulada!  

Terminamos nuestra estancia en Guatemala con un gran regalo:  pasando unos días en el colegio Tierra Nueva de “La Salle”, donde el primer día nos dieron una  calurosa bienvenida. Todas las personas que forman parte de la Escuela (niños y niñas, profesores y  profesoras, madres y padres, demás trabajadores) nos han hecho sentir en casa desde el principio.  Nos quedamos con el cariño y la cercanía recibida… eso nos lo llevamos en nuestros corazones  para siempre.  

Queremos dar las gracias a todos los trabajadores de PRODESSA (Binel, Cristina, Jessica, Sheyli,  Cristian, Alondra, Lorna, Aylin) que nos han acompañado de una u otra manera en este viaje; al  Hermano Francisco por el tiempo que ha podido dedicarnos en medio de todos sus quehaceres; a la  Comunidad de Hermanos de la Antigua Guatemala por su hospitalidad y cercanía y al colegio por  permitirnos compartir con algunas clases nuestro testimonio; a la Escuela La Salle “Tierra Nueva” por “apapacharnos” (llenarnos de abrazos) y hacernos sentir en casa; y finalmente a Guatemala y a  su gente por el trato que nos han dado y por ayudarnos a sentirnos parte de este gran país… un  trocito de Guatemala se viene con nosotros a España. GRACIAS.  

Auxi, Carmen, Raúl y Natalia.

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Primeras semanas de voluntariado en Costa Rica

Semana 1

Ya hace una semana que llegamos a Costa Rica, concretamente a Amubri, un poblado indígena situado al sur del país, cerca de la frontera con Panamá. Durante meses hemos estado preparando nuestra llegada, con la ilusión misionera de aportar lo que tenemos y sabemos como personas y maestras.

Ha sido una primera semana llena de cambios, ilusiones y sorpresas. Después de un largo viaje, nos instalamos en la comunidad de los Hermanos de La Salle en Amubri, acompañadas del Hno. Lesberth y Stephanie, una misionera nicaragüense. Ambos, nos han recibido con mucho cariño y nos han ayudado a conocer mejor la labor y misión que vamos a realizar durante este mes. También compartimos nuestro día a día con el Padre Luis Roberto y el Padre Francisco, que nos han acogido con los brazos abiertos, como parte de su familia.

Dado que es la semana festiva del patrón del pueblo, Santiago Apóstol, hemos ayudado en la organización de actividades parroquiales en las que participa el pueblo. 

Ya hemos conocido la escuela de Namuwoki, donde vamos a colaborar diariamente como docentes, ofreciendo apoyo escolar a los alumnos. Es una escuela construida entre montañas, toda hecha de madera, con espacios abiertos y verdes, donde los niños aprenden y juegan. Para poder acceder a ella se deben cruzar dos ríos y caminar una hora aproximadamente.

Nos sentimos muy emocionadas de estar conociendo un estilo de vida y una cultura diferente a la nuestra. Estamos aprendiendo a vivir el día a día, desprendiéndonos de nuestras preocupaciones y enfocándonos en nuestra misión.

Esperamos de esta experiencia volver con el corazón lleno de todos los momentos que viviremos y de todas aquellas personas que formarán parte del proceso.

Claudia, Paula y Coloma.



Semana 2

Ya hemos alcanzado la mitad del tiempo en nuestra misión. Se ha iniciado la cuenta atrás para volver a casa, aunque todavía nos quedan por vivir muchos días llenos de experiencias.

A lo largo de los días, hemos aprendido a adaptarnos al estilo de vida del lugar. Encontramos variables que influyen directamente en la vida diaria de la gente y que, hasta el momento, nosotras no habíamos tenido en cuenta en nuestras vidas. El estado meteorológico influye directamente en los planes. Si llueve y el río crece, no podemos ir a la escuela, por ejemplo. Eso nos ha enseñado a relajarnos y a no planificar tanto nuestra vida, teniendo en cuenta que hay cosas que no podemos controlar. A ir sin horario, sin tiempo, adaptándonos al momento cada instante.

Hemos tenido la oportunidad de ofrecer clases particulares a niños de la comunidad de Amubri, colaborar activamente con la parroquia, impartir clases de música, e incluso trabajar con las Hermanas de la Caridad en la elaboración de actividades.

Esperamos poder disfrutar las semanas que nos quedan de voluntariado de la misma manera que las anteriores.




Primeras semanas de voluntariado en Kirenge, Ruanda

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Tras 12 horas de viaje llegamos a nuestro destino, Kigali, la capital de Ruanda, donde nos recogió el hermano Julien y nos llevó a la comunidad que sería nuestra casa durante un mes y en la que desde el primer momento nos han hecho sentir parte de ella.

Al día siguiente, fuimos al colegio, nos enseñaron las instalaciones y tuvimos el primer contacto con los profesores y el alumnado. Aquí comenzó el choque de realidad junto a una mezcla de sensaciones y emociones.

El proyecto en el que participamos es un «summer school» cuyo objetivo es mejorar el nivel de inglés de los estudiantes con diferentes actividades. De lunes a viernes estamos en la escuela de 8h a 14h. Nos han dividido por niveles: Carolina y Paula en infantil, Arturo en primaria y Cristina en secundaria. Nuestra labor en el aula es acompañar y complementar la labor docente con propuestas y metodologías que solemos aplicar en el aula en nuestro día a día.

Cuando no estamos el colegio pasamos parte del tiempo con los hermanos intercambiando pasatiempos como juegos de mesa, aprendiendo algunas palabras en Kinyarwanda, el idioma del país, y ellos en español.

Murabeho.





Primeras semanas de voluntariado en Homa Bay, Kenia

Semana 1

Ya ha pasado nuestra primera semana en Homa Bay, Kenia, y además de habernos sumergido de lleno en la rutina del colegio y la vida con los niños por el día y con los hermanos Antone y Joseph por la noche, también hemos disfrutado de nuestras primeras experiencias locales y fuera de La Salle que aún nos parece increíble estar viviendo, como el haber visitado y cocinado en casa de Aska, una trabajadora del colegio, y toda su familia; entrenar cada tarde con Japhet, o el simple hecho de ir a misa en un lugar con costumbres tan diferentes a las nuestras.

Pese a que nos encontramos muy lejos de nuestra casa, aquí hemos tenido una acogida, una hospitalidad, una energía y buen humor que nos hace sentir a gusto, bienvenidos y también como si siguiéramos pasando noches de verano en Andalucía.

En cuanto al cole y la comunidad, estamos en un centro de sólo tres años de antigüedad y al que le queda mucho por hacer, y está siendo un verdadero gusto haber encontrado a dos Hermanos y a un claustro de profesores tan abiertos y tan dispuestos a las ideas e iniciativas que traemos de nuestra experiencia y nuestros colegios; es por eso que, nada más llegar, ya hemos puesto a los niños a trabajar en cooperativo, hemos ordenado las clases y los materiales al darnos cuenta de que no están acostumbrados a usar estanterías o armarios para reducir el ruido visual, y en su lugar hemos añadido rincones de asamblea, horarios visuales con dibujos para los niños y posters llenos de colores y utilidad para el aprendizaje.



Semana 2

Durante esta segunda semana, a petición del hermano Antone, el director del colegio, hemos dejado un poco de lado el dar clase para ponernos a tope a terminar todo el material para cada una de las 10 clases: cartelería nueva, horarios visuales, dinámicas diarias para aprender vocabulario y matemáticas… ¡todo dibujado a mano en cartulinas y plastificado con papel celo! Los profesores han apodado este proyecto en el que estamos embarcados como una “revolución”, es una pasada para nosotros ver lo agradecidos y lo emocionados que tanto maestros como alumnos nos cuentan que están para con nosotros.

Además, esta semana ha sido la última completa lectiva, puesto que aquí el segundo trimestre acaba este miércoles 31 de julio, así que el viernes terminó siendo un día de juegos, en el que compartimos una misa con todo el colegio a primera hora de la mañana y después los profesores y voluntarios organizamos varias actividades y bailes tanto para los niños como para nosotros. 

Y para rematar la semana, el sábado fuimos a nuestro primer safari en Ruma National Park, donde vimos jirafas, zebras y un antílope único en toda África; y los voluntarios de PROYDE Madrid que están en La Salle Karemeno vinieron el domingo para pasar el día y conocer el colegio, y juntos cogimos un autobús acuático por el lago victoria para ver varias de las islas cercanas a Homa Bay. 






Poblaciones indígenas en Ecuador

En la región del Cantón Morona, en la Amazonía ecuatoriana, existen comunidades indígenas como los Shuar y Achuar. Cada una de estas comunidades habla su propio idioma y tiene tradiciones únicas que reflejan la rica diversidad cultural del país. La cultura indígena en Ecuador es rica y diversa, de hecho existen más comunidades indígenas repartidas por todo el país y todas comparten una relación profunda con la tierra y la naturaleza. Las tradiciones de estas poblaciones incluyen festividades, música, danzas y artesanías, que son expresiones artísticas de profundo significado espiritual y comunitario.

Los Shuar y Achuar son dos grupos distintos aunque comparten algunas similitudes culturales y lingüísticas, por ejemplo, ambos hablan variantes del idioma Jivaroan. Entre ellos, las diferencias culturales pueden existir en prácticas ceremoniales, organización social, y modos de subsistencia, aún así hay muchas similitudes debido a la proximidad geográfica y cultural.


Las poblaciones indígenas de la región enfrentan múltiples desafíos, que en muchos casos son comunes a los de otras poblaciones indígenas ubicadas en otros lugares del planeta:

  • Muchas comunidades carecen de acceso regular a servicios de salud y educación, perpetuando ciclos de pobreza y exclusión.
  • Preservación cultural. Mantener vivas sus tradiciones y lenguas frente a la globalización es una batalla constante.
  • Las actividades mineras amenazan sus tierras y su modo de vida sostenible.
  • Las mujeres indígenas enfrentan dobles desafíos, discriminación de género más adversidades étnicas y sociales.
  • La deforestación y otros impactos ambientales han reducido las fuentes tradicionales de alimento.
  • El acceso es limitado, con escuelas frecuentemente faltas de recursos.
  • Oportunidades económicas escasas obligan a subsistir en condiciones precarias.
  • Enfermedades gastrointestinales, causadas por la mala calidad del agua.

 

La gestión política de la diversidad indígena es compleja y enfrenta muchos desafíos. En Ecuador en concreto, existen organismos y leyes dedicadas a la protección de los derechos indígenas, pero la implementación efectiva de estas políticas es un proceso continuo y a veces problemático. Un gran avance es que hay representantes indígenas en el gobierno y se han creado instituciones como la Secretaría de Pueblos, Nacionalidades y Movimientos Sociales para abordar sus necesidades y derechos. Aún así, todavía queda mucho por hacer para que los desafíos de los que hablábamos antes desaparezcan.



En esta región, la Fundación Atasim hace una gran labor con estas comunidades amazónicas, centrándose en la conservación de su rica biodiversidad, el desarrollo económico equitativo, la preservación de su invaluable herencia cultural y la promoción de la innovación tecnológica amigable con el entorno. En PROYDE hemos empezado a trabajar con ellos recientemente en un proyecto centrado en la promoción de las mujeres indígenas y campesinas para fortalecer sus capacidades y aumentar su participación en la vida social y política ¡Más adelante te contaremos cómo va!




Primeras semanas de voluntariado con las Hnas. Guadalupanas (Ruanda)

Alex, Cati y Santi están pasando su verano haciendo voluntariado internacional con las Hermanas Guadalupanas de Ruanda y han querido compartir con nosotros diferentes aspectos de sus primeras semanas allí.

Nuestra mentalidad 

El 5 de julio llegamos a Ruanda pasando por Estambul. Nos esperaban nuevas y enriquecedoras experiencias y realidades. No cabe duda que el ejemplo de otras personas, que nos hablaron de su experiencia, nos animó. Aquí te sientes útil, tienes un mes muy ocupado y puedes aportar tu granito de arena. Aunque, como siempre, hay cosas que echas de menos, no nos importan de verdad. Es una oportunidad de tener un aprendizaje profundo de la vida. África te engancha y también da la oportunidad, aunque sea un poquito, de nivelar las injusticias que este continente ha sufrido a lo largo de la historia. 

Nuestro día a día

Destacamos cuatro momentos importantes de nuestro día a día: la convivencia, las comidas, las clases y la oración. 
La convivencia, ayudando principalmente en las mañanas, con tareas de cocina, limpieza y funcionamiento general de la casa. 
Los desayunos, comidas y cenas, y los largos tiempos de comunicación y chascarrillos que los acompañan mezclando distintos idiomas como el kiña-ruanda, el español, el francés o el inglés, quién nos iba a decir que las comidas serían tan variadas en cuanto a diversidad de alimentos y diversidad de idiomas. 
Las clases se realizan en varios tramos de horarios, el primero es de 9 a 10 de la mañana, aunque muchas veces se alarga hasta las 10:30. En él, con las hermanas repartidas en distintos grupos, realizamos lecciones de cocina, manualidades, clases de canto, pequeños juegos en español… El siguiente tramo de horario es de 10:30 a 12:30. En él las hermanas se encuentran con el hermano Santi, con quien realizan clases de español con un folleto diseñado y traído para ello, les enseña canciones que puedan utilizar en las clases, o adornan la clase con mapas de África y Ruanda que han decorado o con manualidades, entre otras actividades. Mientras tanto, Álex y Cati se encuentran con los niños del colegio; realizan una canción todos juntos (El baile del King Kong) y luego separan a los alumnos de infantil hasta segundo de primaria con Cati y de tercero a sexto de primaria con Álex. Con Cati realizan actividades como manualidades, juegos, actividades de lecto-escritura, canciones en inglés, colorear dibujos, manejo de plastilina… Y con Alex, realizan actividades como juegos que incluyan el aprendizaje y desarrollo del inglés y colaborativos, manualidades, aprendizaje de canciones en inglés y otras actividades. 
Por la tarde las clases se realizan de 15:00 a 17:00, en este horario, dividimos a las hermanas en tres grupos que rotan cada 40 minutos y se realizan clases de español, talleres de primeros auxilios y otras actividades formativas en español. Por último, se dedica un momento en la noche para realizar una reunión entre los tres, revisar qué se ha hecho durante el día y comentar las actividades para el día siguiente. Los fines de semana no hay clases, pero por las noches se intercambian cantos, fiesta y bailes con las Hermanas. 
En último lugar queremos hablar de la oración, a las 6 de la mañana se realizan las laudes (lunes, miércoles y sábado, el domingo a las 7:15) o la misa (martes, jueves y viernes, el domingo a las 8:00). En función del sacerdote la misa se realiza en francés o inglés y la misa de los jueves siempre se realiza en kiña-ruanda. Por las tardes, a las 18:00, se realizan las vísperas, a excepción del viernes, que se realizan a las 18:30 tras un pequeño ensayo de canto. Tras ello se procede a rezar el rosario en francés o en español (lunes, miércoles y sábado; y el rosario de los 7 dolores de la virgen los viernes) o a realizar una adoración al santísimo (martes, jueves y domingo). 


Con las personas que nos acogen 

Están muy, muy, muy pendientes de nosotros y de si nos pueda faltar algo. Son fantásticas, muy humanas y de exquisita educación, serviciales y amables. Y con detalles de enorme confianza en nosotros. 
Como ejemplo de acogida, los fines de semana salimos por la mañana para conocer el país. Disfrutamos todos los días de las vistas ofrecidas a nuestros ojos, que nos dejan huella de lo bello y maravilloso que es el “país de las mil colinas”. Sobrecogedor fue el día que visitamos el área cercana a la casa, yendo a visitar un Santuario de Curaciones, donde se dice que ha habido milagros de curación. Más conmovedora fue la visita a uno de los varios memoriales del genocidio. Resulta muy sobrecogedor enfrentarte cara a cara con tanta muerte, ver el recuerdo de los ataúdes, los restos óseos y materiales y la ropa de las más de 2000 personas que perdieron la vida en ese lugar concreto, a manos de sus propios compatriotas. Conocimos la historia del genocidio de 1994, y nos explicaron las razones que llevaron a la masacre de un millón de personas. Fue una gran suerte poder visitar este pedacito de historia del país, donde dejamos nuestras firmas acompañadas de la frase “toda vida es sagrada”. También hemos podido visitar una comunidad noviciado de los hermanos de La Salle en el norte del país, donde nos acogieron con mucho cariño tras un viaje de coche en el que vimos cómo es la vida en el país tanto de día como de noche. 

¿Hemos aprendido algo? 

Hemos aprendido de la gran humanidad que se respira, de la alegría contagiosa a pesar de las muchas carencias, de no tener tanta prisa para comer, rezar, hablar… Hemos aprendido a tener paciencia, a acostumbrarnos a que aquí todo va despacio, pero llega, a adaptarnos a su ritmo y sus horarios. Que el lenguaje es una barrera, pero que con cariño y esfuerzo la podemos llegar a salvar, incluso con los más pequeños. A preparar las clases sabiendo que puede ser que te sobre o te falte tiempo dependiendo del día. Hemos aprendido mucho de todas las personas con las que nos cruzamos en el día a día, quedándonos también con el detalle de los niños, que, sin conocerte, te abrazan y ofrecen todo su cariño. 

¿Hemos crecido personalmente? 

Nos ha enriquecido el adaptarnos a otro ritmo de vida, conviviendo con personas de distinta cultura, distinta lengua, distinto color de piel… También se aprecia de una manera distinta el aseo, debido a las carencias que hay. Hemos crecido también a nivel de abrir la mente, ayudado por el cambio brutal que supone con respecto a aquello a lo que estamos acostumbrados. Vemos con más claridad el sentido de dar las gracias, y entendemos que la gran pobreza es la de la mente. Resumimos nuestro crecimiento en saber que el servicio, la humildad y la sencillez son pilares básicos.





PRIMERA SEMANA DE VOLUNTARIADO EN TIERRA NUEVA

El grupo de voluntarios formados por Lili, Nati, Patricia y David llegaron a su destino, Guatemala, tras más de 12 horas de vuelo, que les llevó desde Madrid a Panamá y de Panamá al aeropuerto de Guatemala donde fueron recogidos por el Hno. Francisco y el Hno. Juan.

Una vez establecidos en la casa que les acoge durante el mes de voluntariado, disfrutaron de un primer día de descanso en el que aprovecharon para tener un primer contacto con el entorno, con las personas que forman la comunidad y los proyectos que allí se desarrollan.


Recuperados ya del viaje, los voluntarios visitaron las instalaciones de PRODESSA donde pudieron ver de primera mano el alcance de las actividades y los proyectos, destacando entre otros el de formación para la incorporación al mundo laboral de personas en riesgo de exclusión así como el taller de prevención de la violencia hacia a la mujer y nuevas masculinidades.

Los días siguientes se iniciaron compartiendo momentos de oración y reflexiones para posteriormente visitar el Instituto Mixto Intercultural Santiago donde los voluntarios tuvieron la oportunidad de compartir momentos con los alumnos y profesores que forman parte de la institución. Además, desplegaron varios talleres en los que dieron a conocer los proyectos que desarrolla PROYDE en los distintos continentes.

Como broche final a esta semana, los voluntarios asistieron a la renovación de votos de cuatro hermanos de diferentes zonas de Centroamérica.





Primeras semanas de voluntariado en PRODESSA

¿Qué hacen una Educadora Social, una Maestra de Educación Infantil, un Profesor de una Escuela Agraria y una Trabajadora Social en Guatemala? Pasar un verano diferente, enviados por PROYDE, ONGD lasaliana, conociendo los proyectos que PRODESSA (ONG hermana) desarrolla en Baja Verapaz (un departamento de la República de Guatemala). Proyectos que tienen que ver con la educación (prevención de violencia, educación sexual…), con la salud bucodental, con la lucha contra la violencia y la trata de la mujer, proyectos de desarrollo comunitario, proyectos con jóvenes… en clave del mantenimiento y de la recuperación de las comunidades mayas. 

Somos Auxi, Carmen, Raúl y Natalia y llevamos casi 15 días en Guatemala y hace tiempo que podemos decir que estamos hechos al ritmo de sus gentes y a las calles de Rabinal, municipio de Baja Verapaz al que llegamos el jueves día 4 y en el que estaremos hasta el 23 de julio. Hemos probado el pinol (una comida típica de aquí, tipo sopa espesa a base de maíz y otros condimentos, acompañada por pollo), y hemos viajado en Tuctuc (moto taxi), en “Picop” (un coche grande típico americano con un maletero abierto en el que íbamos montados) y en camión. Y hemos visto un partido de fútbol femenino en directo (aquí tienen costumbre de jugar, hombres y mujeres, todos los domingos en un terreno que hay con muchos campos de fútbol)


Hemos tenido la oportunidad de conocer algunas comunidades en nuestras visitas a las escuelas y nos han enseñado cómo elaboran la artesanía típica de aquí (los guacales). También hemos visitado Qachuu Aloom (que significa Madre Tierra) que es una organización que desarrolla proyectos comunitarios de agroecología y enseña a las gentes de las comunidades maneras de cultivar aprovechando el terreno. Y con los amigos de “Voces y manos amigas” (otra ONG) hemos descubierto la tarea tan bonita que realizan en escuelas y comunidades para evitar que se pierdan las prácticas ancestrales (mayas): esto va desde la recuperación y el mantenimiento del idioma, hasta enseñar a sembrar (a los niños en las escuelas), pasando por el trabajo con 30 agricultores y sus parcelas agroecológicas… y todo en clave de Desarrollo Comunitario.

Sin duda, además de todo eso, lo que más disfrutamos son las visitas a las escuelas acompañando a los técnicos de PRODESSA (Sheyli, Jess y Cristian). Ya que mientras ellos “monitorean” (hacen seguimiento) el uso de materiales que la ONG proporciona a las escuelas y habla con los maestros, nosotros jugamos con los niños y niñas de algunas clases (el pañuelito ya va siendo conocido por Baja Verapaz) y pasamos un rato divertido lleno de sonrisas y abrazos. Y es que los niños son geniales en cualquier parte del mundo.

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La gente de Guatemala es muy amable y, aunque aquí es invierno, cuando pega el sol, lo hace bien. La lluvia ha caído con ganas un par de días y eso no está mal, aunque si llueve mucho se pueden fastidiar las carreteras por los derrumbes. Según nos han contado, con el cambio climático, los últimos cinco años han sido de gran sequía y eso es un gran problema para el país… así que a ver si con nosotros llega la lluvia. El paisaje ahora en verano es espectacular.

También hemos tenido tiempo de hacer una breve visita a Cáritas Verapaz. En seguida nos hemos sentido en casa, ya que nada más presentarnos y decir que algunas personas veníamos de Cáritas España, nos han abierto las puertas para explicarnos (Edgar, el director y Byron, el secretario) todos los proyectos que realizan en la Diócesis. Como en España, nos contaban que aquí es fundamental el papel de las comunidades y de las Cáritas Parroquiales (que aquí se llaman Comisiones Parroquiales de Pastoral Social).

De momento eso os contamos… la verdad que no paramos mucho y están siendo días muy intensos, disfrutando de Guatemala, de sus gentes y de la Madre Tierra. Con los ojos muy abiertos para conocer todo lo que nos cuentan y aprender de todas las personas que nos acompañan en este viaje.

Carmen, Auxi, Raúl y Natalia

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Envío Misionero 2024

D.T. Noroeste

El pasado sábado 1 de junio, los participantes en los tres proyectos de verano que este año se llevarán a cabo desde el sector noroeste de Proyde (en Rwanda y Guatemala) nos reunimos, junto con el Hno. Rufino Arconada y el Hno. José Manuel Sauras, en Arcas Reales (Valladolid) para celebrar el último encuentro, previo a nuestra partida.

Iniciamos el día poniéndonos en presencia de Dios, a través de la lectura del evangelio y uniéndonos en una pequeña oración. La mañana continuó con la intervención del Hno. José Manuel Sauras (Director de PROYDE), que nos habló de su experiencia como profesor y Hermano de La Salle en África Occidental, donde permaneció durante 28 años.

A continuación, compartimos nuestras conclusiones y reflexiones sobre el documento “El choque del retorno”. Después, tras la pausa del café (y felicitar el cumpleaños a nuestra compañera Carmen), nos reunimos por grupos de destino, para ultimar los detalles pendientes de nuestros respectivos proyectos.

La mañana terminó con la celebración del envío, un emotivo gesto en el que contamos con la presencia de nuestras comunidades de acogida (desde Rwanda, Prodessa, la Comunidad de formación de San José, La Salle Tierra Nueva y Nuestra Señora de la Estrella), a través de los mensajes de bienvenida que nos enviaron.

Después de una intensa mañana de trabajo, llegó la hora de la comida, en la que aprovechamos a compartir, de manera distendida, nuestras impresiones sobre lo vivido en la mañana y nuestra ilusión por la experiencia que nos espera en unas semanas.


D.T. Levanteruel

El 15 de junio, la Delegación Territorial de la ONGD PROYDE Levanteruel y el Sector La Salle Valencia-Palma celebraron el “Envío Misionero” de los Voluntarios Internacionales 2024 en el Colegio La Salle de Paterna. Más de 50 personas, entre amigos, familiares, profesores, directores y hermanos, acompañaron a los voluntarios internacionales en un evento muy emotivo y cercano, y que supone la despedida previa al inicio de su experiencia en terreno, y que les llevará a vivir durante alrededor de un mes en un proyecto de cooperación internacional al desarrollo en diversos países empobrecidos con presencia de los Hermanos de La Salle.

Siete jóvenes lasalianos del Sector La Salle Valencia-Palma han decidido que su verano sea más solidario que nunca, y dejando a un lado otras alternativas de ocio veraniegas, emprenderán un camino transformador en Ruanda y Costa Rica. Sin duda, es una alegría inmensa para todos los que formamos la Familia Lasaliana comprobad que sigue habiendo muchos jóvenes con anhelos de cambiar el mundo, y con un compromiso muy fuerte de lucha contra las injusticias.

Desde aquí, agradecemos a todas las familias y amigos de los voluntarios por su presencia, a los equipos directivos y educativos del Colegio La Salle y de la Escuela Profesional de Paterna, así como a los Hermanos de las Comunidades de San Benildo y del Colegio La Salle de Paterna.

Por último, deseamos que todos disfruten al máximo de una experiencia única, y que pueda ayudarles a ser mejores personas. Y como siempre decimos en PROYDE, una vez más se cumple nuestro lema: “Mucha gente pequeña, haciendo muchas cosas pequeñas, en muchos lugares pequeños, puede cambiar el mundo.”



D.T. Andalucía

El sábado 29 de junio se celebró el envío misionero de los voluntarios internacionales de Andalucía y Melilla en el colegio La Salle Buen Pastor, en Jerez de la Frontera. Más de 60 personas acompañaron a Lucía, Laura, Bea, Fernando y Cati antes de su partida a África. Lucía, Laura, Bea y Fernando irán a Homa Bay, Kenia, para apoyar actividades de verano en un colegio de primaria, mientras que Cati viajará a Ruanda con las hermanas Guadalupanas y dos voluntarios más de la delegación Noroeste.

El evento comenzó a las 19:00 bajo el lema «Enviados a cumplir un deseo» y los voluntarios recibieron murales personalizados con fotos que mostraban sus aficiones, familia y amigos. Se presentaron los proyectos en los que participarán en julio, y el grupo de Kenia organizó un concurso de preguntas y respuestas que involucró a los asistentes para ganar simbólicamente un pasaporte, un billete de avión y una maleta gigantes.

Hubo momentos emotivos, como la despedida de Carmen, delegada territorial de Andalucía y Melilla, quien recibió un homenaje por su trabajo durante el curso 2023-2024. La eucaristía del Envío misionero fue oficiada por el Padre Raúl, misionero en el Congo por más de 20 años, y contó con la música del grupo Gente Pequeña, compuesto por voluntarios de PROYDE. Cada voluntario recibió una cruz bendecida para que Dios los acompañe.

El evento concluyó con una cena compartida. La delegación de Andalucía y Melilla agradeció al equipo directivo y local de PROYDE de La Salle Buen Pastor, así como a los equipos de La Salle San José y La Salle Mundo Nuevo por organizar la eucaristía. También se destacó la presencia de Doña Carmen Pina, delegada de participación ciudadana del Ayuntamiento de Jerez.



D.T. Madrid canarias