Bernardo, descansa en paz
Bernardo, voluntario de la sede social de PROYDE, acaba de fallecer, a los 76 años, esta mañana. Nos hemos quedado sin palabras y con los ojos húmedos.
El viernes, al final de la mañana le enviaba un correo con la respuesta a un asunto de contabilidad y a media tarde me decía: “Con estos datos nos es suficiente para contabilizar adecuadamente el pago realizado, por lo que, salvo imprevistos podremos cerrar la contabilidad el lunes próximo”. Y hubo un imprevisto. El lunes, Bernardo, harás el último viaje a Córdoba.
Bernardo ha sido voluntario y socio de PROYDE desde hace más de 20 años. En la Asamblea de febrero de 2002, fue admitido como socio numerario. Siempre formó parte del Departamento de Recursos Humanos y Económicos, al que llegó de la mano de Felipe Galindo, cuando se jubiló después de una brillante trayectoria como trabajador de la banca, donde ejerció responsabilidades incluso de confianza.
Quienes hemos estado en relación con PROYDE los últimos 20 años sabemos que toda la contabilidad, los datos y las estadísticas de socios/as y donantes, las dotaciones para los proyectos, las auditorías contables, de la Fundación Lealtad y de la CONGDE, los informes interminables para la CONGDE y para Hacienda o el Ministerio del Interior, pasaban por sus manos. Adaptó, en su día, la contabilidad de PROYDE al Plan General Contable y a todas las modificaciones legales que hubo desde entonces. Tenía los informes semestrales y anuales a Disposición de la Dirección de PROYDE y para la Junta Directiva con una puntualidad y exactitud increíbles. En el Comité de Gestión, sus aportaciones siempre han sido de un enorme buen criterio realista.
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Hay otras... nuestra Navidad (y la tuya) es Solidaria.
Feliz Navidad a quienes confían en PROYDE como su ONGD de referencia en la Solidaridad Internacional.
Seguiremos manteniendo la Misión de PROYDE que es estar del lado de los pueblos empobrecidos. Esta es la manera en la que nosotros queremos leer el Evangelio de la Navidad (y el Evangelio entero) y la compartimos con las mujeres y los hombres de buena voluntad. Un Dios que se hace hombre, pobre entre los pobres. Se hizo uno de tantos y esa fue la manera de hablarnos del Dios Padre Bueno que ama a sus hijos e hijas, los hombres y las mujeres. Y la manera de indicarnos el camino hacia un mundo fraterno.
